jueves, 2 de abril de 2015

El reloj de Bagdad

La protagonista vive con su familia y dos niñeras que responden al nombre de Matilde y Olvido encargadas de cuidarlas. Olvido tiene predilección por la protagonista y llega a afirmar que cuando ésta se case se irá a vivir con ella. Un día el padre de la familia adquiere un objeto. Se trata de un reloj de 3 metros de altura, recubierto de oro, datado de 1700 y que proviene de Bagdad. Lo ubican en la escalera, en el descansillo, e impone mucho respeto. Todos quedan alucinados con el reloj, salvo las niñeras. Posteriormente, se produce un cambio de actitud en ellas, muy significativo en el caso de Olvido que apenas habla y que únicamente miraba el reloj esperando que se marchase. Un día, mientras Matilde limpiaba minuciosamente el reloj se desmaya ratificando así los malos presagios de Olvido acerca del reloj. Las hijas se quedan al cargo de las viejas (las niñeras) ya que los padres se marchan unas semanas. Cuando estos regresan, se extrañan al no ver a Matilde, quien ha abandonado la casa para cuidar a su hermana, de la que nunca les había hablado, que la necesitaba en la aldea. La protagonista y sus hermanos se marchan unos días a casa de unos familiares pero al despedirse de Olvido la ven exageradamente flaca, desconocida. Las últimas palabras que la niñera entona a la protagonista son: Cuídate, protégete y no te descuides ni un instante. Una semana después, vuelven a casa, pero no encuentran a Olvido. La casa está totalmente desordenada, deteriorada y distinta a como la dejaron. Se disgustan por su perdida, y los días siguientes están marcados por los continuos descuidos que sufren las niñas en la casa. Una de las noches el descuido es letal: la casa sale ardiendo si bien pueden recuperar algunos objetos. Todos están a salvo, cuando de repente se oye un sonido, una voz. Se trata del reloj y su melodía. Tras el fatal suceso, el padre se inclina por retornar el reloj al anticuario donde lo había comprado. El anticuario niega que ese reloj fuera inicialmente suyo y le aconseja venderlo o lanzarlo al vertedero tras observar que el mecanismo roto. El padre hace caso omiso a esas instrucciones y finalmente el reloj arde en una hoguera y es cuando el protagonista ve el ánima de Olvido.

3 comentarios: